viernes, 12 de junio de 2009

LOS MILLONES DEL FUTBOL

Me gusta el fútbol. Lo jugué (al menos lo intenté) de pequeño y empezó mi afición cuando los Reyes Magos me trajeron el balón "tango" del Mundial 82 o alguna camiseta blanca con el escudo del Sevilla FC. Lo conocí desde que pintábamos los adoquines de mi calle con trozos de tiza que sacábamos del colegio, y organizábamos nuestros particulares "mundiales" y "eurocopas" con la misma pasión que veíamos en la televisión o escuchábamos en la radio.
Lo empecé a amar cuando mi padre me llevaba al Sánchez Pizjuan para que viera a Gallego, Scotta, Bertoni, Biri Biri y a Enrique Montero, mi ídolo futbolístico.
Y lo viví muy de cerca cuando, a través de un micrófono, conocí a fondo el mundo del fútbol a través de la radio. Conocí el mundo de los campos de pueblo, de tierra y piedras, y albero en los mejores casos, y vestuarios con agua fría (si es que tenían ducha). Y conocí el mundo de los estadios de Primera División, y ví pasar por delante mía a Maradona y a Bilardo, a Súker y Polster, Butragueño y Valdano...
Ví a la afición del Betis llenar el campo para intentar remontar un 4-0 sufrido en Tenerife, y luego irse a Segunda División aplaudiendo a los jugadores. Y vi una Manifestación en un mes de agosto en Sevilla cuando querían bajar a mi equipo de categoría desde un despacho de Madrid.
Ví al Betis ganar Copas del Rey y al Sevilla ganar Uefas, y la felicidad de mi gente gracias al fútbol...
Ví a muchos llorar por el fútbol. Y sufrir por el fútbol.
Cuando puse título a este artículo, pensaba escribir sobre los millones del fútbol. Sin embargo, mis sentimientos me han llevado a escribir otra cosa. Hoy leí la noticia de la cantidad desorbitada que un club de fútbol piensa pagar por un fichaje, y quería opinar sobre el tema.
Mi amor (todavía) por el fútbol no me deja. Pero cada vez me gusta menos el fútbol.... por culpa de los millones del fútbol.

No hay comentarios: